Aromas

Los aromas se pueden utilizar para crear una variedad de efectos. Por ejemplo, los aromas florales se utilizan a menudo en perfumes y aromaterapia para crear una atmósfera calmante y relajante. Los aromas frutales se utilizan a menudo en alimentos y bebidas para hacerlos más atractivos a los sentidos. Se pueden utilizar aromas especiados para estimular el apetito y mejorar la circulación. Los aromas amaderados se utilizan a menudo en perfumes y ambientadores para crear una atmósfera cálida y acogedora. Los aromas terrosos se utilizan a menudo en velas e incienso para crear una atmósfera relajante y meditativa. Los aromas también pueden tener una serie de beneficios físicos y psicológicos. Por ejemplo, se ha demostrado que el aroma de lavanda reduce la ansiedad y favorece el sueño. Se ha demostrado que el aroma de menta mejora el estado de alerta y el rendimiento en tareas cognitivas. Se ha demostrado que los aromas cítricos mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.